Manuel Civera. Alcalde de Llíria.
Manuel Civera
Alcalde de Llíria, ciudad adherida a la Declaración de Sevilla por la Economía Circular.
“Sin la implicación de los ciudadanos no sería posible llevar a cabo ningún tipo de acción en Economía Circular”
-¿Por qué se ha adherido a la Declaración de Sevilla de Economía Circular?
-Como alcalde de Llíria y presidente del Consorcio Valencia Interior considero que debemos sellar un compromiso firme con la sostenibilidad y debemos avanzar en el camino hacia la implantación de este nuevo modelo económico. Por ello debemos concienciarnos de la importancia que tiene adentrarnos en un consumo responsable, donde el reciclaje, la segunda vida de los elementos y el ecodiseño jueguen un papel principal. Si podemos arreglar un electrodoméstico o un juguete… ¿Por qué comprar uno nuevo y generar residuos?
-¿Qué deben hacer las Entidades Locales para poner en marcha la Economía Circular, cómo se hace?
-Como bien dice en la Declaración de Sevilla, una economía circular debe transformar nuestros residuos en recursos ya que, de lo contrario, entraríamos en una crisis ambiental con el modelo económico de desarrollo lineal que actualmente se está llevando a cabo mayoritariamente. No podemos construir nuestro futuro sobre el modelo de coge, fabrica y tira. Los ayuntamientos y las entidades supramunicipales nos comprometimos con nuestra firma a desarrollar estrategias locales en favor de la economía circular que favorezcan el vertido cero, el reciclaje (especialmente de los biorresiduos), la reducción de los desperdicios alimentarios, el fomento del ecodiseño, la prevención de residuos, la reutilización y el reciclaje y el fomento de la compra pública de productos verdes. Es algo sencillo pero complejo y que requiere de un cambio de estilo que, en el Consorcio que presido, ya llevamos tiempo trabajando. Nosotros creemos en la Economía Circular y es nuestro caballo de batalla en la actualidad.
-¿Qué puede aportar su municipio a la Economía Circular?
-Tanto desde Llíria como a través del Consorcio Valencia Interior, muchísimo. Por ejemplo, estamos llevando un proyecto de biorresiduos en los municipios de interior, donde vamos a comenzar a enseñar en los colegios a hacer compost con sus propios residuos del comedor y del almuerzo, que luego depositarán en un huerto ecológico que también vamos a promover. El Consorcio está inmerso en un proyecto europeo llamado Urbanrec, mediante el que se da una segunda vida a los residuos voluminosos que hasta ahora se depositaban en el vertedero, de manera que ahora con las nuevas tecnologías se pretende la valorización del 82% de los residuos voluminosos en Europa.
Además, en Llíria se realiza todo los años una campaña de reforestación y ya tenemos más de 500 nuevos árboles creciendo en nuestros campos.
En otro orden de cosas, en Llíria, el CVI organizó una jornada sobre economía circular a la que asistieron más de 150 personas que, como nosotros, creen que el cambio de modelo económico debe ser una realidad más pronto que tarde. Y no paramos de buscar métodos alternativos para dar pequeños pasos que nos hagan avanzar en este sentido.
-¿Qué necesita su Ayuntamiento en esta materia?
-Necesitamos sobre todo la implicación de la ciudadanía. Por ello se realizan campañas de educación ambiental en cada feria, en cada encuentro. Las actividades de este tipo están promovidas por el Consorcio Valencia Interior, y tanto Llíria como el resto de municipios consorciados debemos ser capaces de informar, formar y educar en el fomento del cuidado al medio ambiente, nuestro entorno, donde la separación de residuos en origen sea una realidad ya mismo. Sólo así podremos ser puntales en la economía circular que promovemos.
-¿Cuál es el objetivo inmediato de su ayuntamiento? Pónganos algún ejemplo.
-Le pondré dos ejemplos. Por una parte, estamos por evaluar las necesidades reales del servicio municipal de recogida de residuos, tanto de los orgánicos, como de la recogida selectiva, de voluminosos, de restos vegetales y vertederos ilegales que se crean alrededor del municipio. En ese sentido se está realizando una auditoria que en tres meses nos podrá dar resultados y a partir de ahí optimizar el servicio.
Por otra, Llíria está desarrollando el Proyecto SimbioTic, con acciones por la eficiencia energética y el aprovechamiento de los recursos naturales, por la economía circular y contra el cambio climático.
Pretendemos monitorizar la realidad energética de la localidad para poder adelantar decisiones estratégicas a nivel local, además de fomentar el uso de la energía verde y una gestión sostenible de los recursos agroforestales para reducir las emisiones de CO2 y el riesgo de incendios forestales.
Ello va a suponer el uso de las tecnologías más avanzadas en pro de un desarrollo sostenible, incrementar la eficacia de los recursos disponibles y al final que todo redunde en una mejor calidad de vida de nuestros vecinos, así como potenciar la participación ciudadana activa.
-¿Y a largo plazo? ¿Cómo le gustaría que fuese su ciudad/municipio en 2030?
-Me gustaría que fuese totalmente sostenible. Donde mis vecinos y vecinas puedan alimentarse de los alimentos que cultivan los agricultores del pueblo, donde se alimenten los pastos con los mejores piensos, donde se fomente el desarrollo local desde la sostenibilidad, donde se promueva el uso de energías alternativas y renovables y donde la calidad de vida venga de la mano de la conciencia social. Donde cueste menos arreglar un mueble que tirarlo a un vertedero. Donde seamos cómplices los unos con los otros y, sobre todo, un lugar de referencia cultural, social, educativo y económico donde la ciudadanía sea la protagonista de todas las acciones que se lleven a cabo.
-¿Qué papel deben jugar los ciudadanos? ¿Cree que son los actores principales?
-Por supuesto. Debe ser la ciudadanía la que, con sus actos, inicie el camino hacia la sostenibilidad. Si nuestros vecinos y vecinas no reciclan, viviremos en una sociedad medioambientalmente insana, con más y peores residuos, donde repercuta negativamente al crecimiento sostenible que estamos promoviendo con pequeños gestos positivos. Sin ellos, no sería posible llevar a cabo ningún tipo de acción. Si separan adecuadamente los residuos, si viven de manera sostenible, si con la materia orgánica hacen compost que luego depositan en las huertas, si son responsables con el Medio Ambiente, el Medio Ambiente le devolverá con creces ese esfuerzo.
-¿Qué tienen que hacer y cómo?
-Lo que llamamos economía circular se debe fortalecer con pequeños gestos cotidianos. Por ejemplo, lo que decíamos, dejar de lado los objetos de usar y tirar por productos que puedan arreglarse, reutilizar los objetos y darles una segunda vida, separando los materiales que ya no sirven y depositarlos en los contenedores adecuados, comprar en el comercio local los productos que crecen en las huertas próximas, en las industrias cercanas, haciendo buen uso de los recursos que tenemos, no desperdiciando alimentos… Entre todos debemos fomentar un cambio de hábitos, desde las empresas a la ciudadanía en general, para dejar a nuestros hijos y nietos un mundo medioambientalmente más sano y sostenible.
-¿Considera interesante involucrar a los niños del municipio mediante algún tipo de actividad?
-Por supuesto. El Consorcio Valencia Interior promueve desde hace años las actividades con niños. Promovemos en los colegios las visitas a la Planta de tratamiento de Residuos de Llíria, donde se les enseña a separar los envases ligeros, de los cartones, del vidrio y de la fracción resto de una manera lúdica y divertida. Disponemos en la planta de un Aula Ambiental con diferentes paneles educativos donde les mostramos las actitudes correctas para cuidar el Medio Ambiente. Esta aula está en pleno proceso de renovación y vamos a incorporar nuevos conceptos como la economía circular, el cambio climático, el tratamiento de la materia orgánica, la biodiversidad en el CVI, el desperdicio alimentario y el tratamiento de los residuos voluminosos. Hay que empezar desde pequeños a lanzarles estos mensajes, para crear niños y niñas comprometidos con la naturaleza y con el Medio Ambiente. También hacemos talleres y actividades didácticas y lúdicas en las ferias de los pueblos consorciados, en conciertos y en diversos actos donde hay afluencia de vecinos. Es la manera ideal de llegar a todos los públicos de una manera transversal.
-¿Cuáles son los hábitos y costumbres que debemos empezar a cambiar?
-El usar y tirar, comprar demasiados alimentos porque son baratos y luego tirar la mitad porque se nos ha puesto malo en la nevera, el mezclar los residuos en la misma bolsa en casa… Todo ello debe empezar a cambiar. Como decía, nuestros hábitos deben cambiar en todos los aspectos de nuestra vida porque todo está interrelacionado.
-¿Mantiene su Ayuntamiento algún tipo de cooperación con otros municipios o con la Comunidad Autónoma?
-Aparte de compartir las acciones del Consorcio Valencia Interior por la economía circular, con el Proyecto SimbioTic, se ha implicado la Diputación de Valencia, desde el área de Proyectos Europeos, dando su apoyo a esta iniciativa en cuanto considera nuestra ciudad como ciudad-faro desde la que poder extender el proyecto a toda la provincia.
-¿Son los municipios la llave de la Economía Circular?
-Por supuesto. Confío plenamente en que la llave está en el municipalismo. Todo se debe iniciar a pequeña escala en cada pueblo, en cada mancomunidad… para ir creciendo hasta desarrollar una verdadera economía circular a gran escala. Y eso sólo se puede conseguir si las estrategias locales incluyen este aspecto como uno de los puntales clave tanto a nivel medioambiental, como a nivel social y económico. Además, si se hace bien generará empleo local de calidad. Como dijo el alcalde de la ciudad durante la firma de la Declaración de Sevilla, el papel de las ciudades es fundamental para la implantación del nuevo modelo de desarrollo que representa la economía circular. Esta fórmula es clave en la que la revalorización de los residuos, la preservación de los recursos y la tendencia hacia el vertido cero abre la puerta al crecimiento sostenible y a la competitividad. Por ello, los municipios, las Entidades Locales, son la lleva de la economía circular, son la primera línea de trabajo.
-¿En qué principios deberían inspirarse las estrategias de economía circular en los municipios?
-Los que firmamos en la Declaración de Sevilla: promover un modelo de desarrollo urbano sostenible, inclusivo y resiliente, incrementar nuevos esfuerzos para reducir los impactos ambientales, climáticos y sobre la salud de las personas de sus actuales modelos de desarrollo, cambiar el modelo económico hacia otro que suponga la disminución de las emisiones de gas con efecto invernadero, desarrollar estrategias que favorezcan el vertido cero, el reciclaje, la reducción de desperdicios e incentivar el ecodiseño, entre otros aspectos.
-¿Cuáles son las herramientas esenciales para desarrollar la economía circular?
-La comunicación, la sensibilización y la concienciación. Sin estos tres pilares, no se podrá llegar a demostrar a la población que lo que estamos promoviendo con la economía circular vale la pena.
-Si le digo Economía Circular, ¿usted qué dice?
-Digo participación, digo sensibilización, digo reciclar, digo bienvenida sea la reutilización de los objetos, la segunda vida de las cosas. Digo gracias por dejar un mundo mejor y más sostenible a las futuras generaciones.