El Boalo: economía circular y residuo cero, a pie de calle
Con motivo del Seminario Técnico de Entidades Locales y Economía Circular, que se desarrolla en Madrid los días 6 y 7 de marzo organizado por la FEMP y Ecoembes, publicamos este artículo en el que el Alcalde de El Boalo-Cerceda-Mataelpino (Comunidad de Madrid) nos explica las experiencias ecocirculares que están llevando a cabo.
El Boalo: economía circular y residuo cero, a pie de calle
Javier de los Nietos Miguel. Alcalde de El Boalo‐Cerceda‐Mataelpino
El municipio madrileño de El Boalo, Cerceda y Mataelpino (7.300 habitantes), enclavado en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, está desarrollando una estrategia local de desarrollo sostenible que hace de él un caso singular y, sobre todo, un claro ejemplo de que la innovación y la sostenibilidad pueden y deben formar parte de las políticas de gobierno locales.
Aunque en muchos foros se habla sobre todo de los rebaños de cabras y de los gallineros municipales de El Boalo, aquí tenemos presente que éstos son sólo dos muestras, quizá las más visibles, de un proyecto que se asienta sobre cuatro pilares: el “residuo cero”, la “economía circular”, la educación ambiental, y la agroecología.
Y las competencias directas municipales que justifican cada actuación de esta iniciativa son la Gestión de RSU, los Mercados de Abastos, y la Prevención y la protección frente a incendios.
Los cambios que necesitábamos realizar en el sistema de recogida de RSU eran tan profundos que en el Ayuntamiento optamos por remunicipalizar el servicio para poder llevarlos a cabo. Y también apostamos por la participación de los vecinos. Todos los proyectos piloto que hemos puesto en marcha se basan en la colaboración voluntaria de éstos.
Los resultados obtenidos han sido muy positivos y los reconocimientos también. Somos el primer municipio con residuo cero de la Comunidad de Madrid según la plataforma ZWE (Zero Waste Europe). Además, hemos pasado de una situación inicial de Residuos Sólidos Urbanos con un 95% de fracción resto, a un 80% en menos de un año, y a un 10% con el sistema “Puerta a Puerta” donde está implantado.
La otra gran clave para el funcionamiento de nuestra actuación ha sido vincular los proyectos con la educación en los centros escolares, y diseñarlos como un recurso didáctico y pedagógico al servicio de los docentes y de las familias.
Y es en este marco donde el alumnado de infantil y primaria puede realizar visitas y sesiones formativas en el “Avicompostero”, un espacio compartido con las gallinas en el que se compostan cada año más de 4.000 kilos de restos orgánicos del comedor escolar, y en el que las familias voluntarias recogen los huevos y las hortalizas como premio a su esfuerzo y compromiso.
Los alumnos de Secundaria, por su parte, realizan tutorías y talleres de Trabajo en Equipo e Inteligencia Emocional con las Cabras del Rebaño Municipal.
Con todo ello estamos generando nuevos nichos de empleo y aportando valor en la cadena de gestión de los residuos gracias a la reutilización de los enseres y útiles, a los que, con reparaciones, se les da una segunda vida. El proyecto “Reutiliza” ha tenido más de 600 usuarios, ha recibido 2.500 artículos donados, se han recuperado nueve toneladas recuperadas y recibido 160.000 consultas vía web.
Nuestro proyecto también nos ha permitido recuperar oficios y tradiciones de abandonadas en nuestro territorio, como el pastoreo, con el que, además, se limpia de hierba y rastrojos el suelo y se previenen incendios forestales junto a los cascos urbanos.
El mercado local digital BUENACOMPRA BCM es otra iniciativa innovadora, que incorpora vehículos eléctricos a la gestión y reparto a domicilio de los pedidos de los vecinos.
¿Y los nuevos retos? Nuevos sistemas de compostaje, elaboración de biodiésel con aceite recuperado de las cocinas, y seguir trabajando en la información y formación de sus vecinos son los retos para el próximo año en este municipio.