Alfonso Villares, Alcalde de Cervo y Presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la FEMP
Impulsar políticas medioambientales y modelos de gestión que favorezcan la conservación de nuestro planeta y, sobre todo, comunicar la urgencia de actuar a Entidades Locales y ciudadanos, son algunas de las líneas de trabajo que defiende Alfonso Villares, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la FEMP, en esta entrevista en la que, además, ha hablado sobre la economía circular, imprescindible en situaciones como la que actualmente vive nuestro país.
“En 2018 tendremos que determinar los distintos planes de actuación en economía circular”
2017 ha sido, de algún modo, el año de la Economía Circular. ¿Cómo ha calado en los municipios?
De una forma muy positiva porque, cuando hablamos de economía circular, hablamos de lo que ya hacían nuestros padres y abuelos en el pasado: todo lo que se usaba, se reutilizaba o se reciclaba, y era muy poco lo que se tiraba para su eliminación a los vertederos. La economía circular es eso, intentar aprovechar al máximo nuestros bienes y aquello que usamos, hacer las cosas como se hacían en aquellos años…. Aunque ahora vivimos tiempos de productividad y competitividad, sin comparación con lo que había entonces, la idea de economía circular ha calado muy bien en los Ayuntamientos porque, viendo cómo están las cosas y en medio de un cambio climático innegable, la protección del medio ambiente y de nuestros recursos es algo que está muy presente. Todos tenemos muy en cuenta en nuestro día a día de gestión municipal los principios de respeto medioambiental, y es bueno que se sigan recordando de una manera más profunda.
Desde la Comisión que preside se ha venido trabajando en esta cuestión ¿En qué puntos se ha incidido más?
En lo que más se ha incidido, y hemos seguir haciéndolo, ha sido en la comunicación. Comunicar la economía circular a los municipios es fundamental para trasladarlo después a nuestros vecinos y que éstos aporten su grano de arena para intentar revertir una situación que conlleva un elevado consumo de recursos y la generación de muchos desechos.
Llevamos muchos años hablando de reciclar, de reutilizar, de recogida selectiva, y ha llegado el momento de concienciar de una forma más profunda sobre los efectos que nuestro tipo de vida reporta al medio ambiente, sobre todo en lo que podría quedar para las generaciones futuras. Por eso, hemos de trabajar para que la economía circular llegue a todos los rincones del país y a nuestros hogares, para que todos actuemos en una misma dirección y para aprovechar los recursos de la mejor manera posible.
Además hay otro aspecto que es importante recordar: cuando hablamos de economía circular también estamos hablando de un importante nicho de mercado que es preciso tener en cuenta.
A la hora de hacer balance general de este año que acaba ¿cuál sería?
Yo diría que muy positivo. Para mí es una verdadera satisfacción presidir esta Comisión de Medio Ambiente de la FEMP porque abarca temática muy amplia en la que todos los representantes políticos que formamos la Comisión trabajamos unidos. Son muchas las cuestiones que nos unen en todas y cada una de las temáticas que abordamos, ya sean residuos, ruido, agua o calidad del aire.
Es una variedad de temas muy amplia en la que contamos con el apoyo de los técnicos de la Federación y de otros técnicos desde los grupos de trabajo. Con ese componente humano y esa temática que tenemos sobre la mesa, el trabajo, las actividades y jornadas que hemos desarrollado este año arrojan un balance muy positivo que, además, incluye los deberes que nos hemos puesto para el próximo año.
A todos los que formamos parte de esta Comisión nos une el trabajo que estamos haciendo, nuestras ganas de seguir trabajando y profundizando mucho más para impulsar todas las políticas que favorezcan la protección y preservación de nuestro medio ambiente.
En cuanto a perspectivas ¿Cómo se presenta 2018? ¿Son muchos los retos a afrontar?
Nos quedan aún muchas tareas pendientes en estos años que restan de mandato. En 2018 tendremos que seguir reforzando la estrategia de la economía circular, y hemos planteado también el reto de hacer un seminario internacional y de intentar determinar los distintos planes de actuación que vamos a desarrollar en este ámbito.
De hecho, la economía circular podemos impulsarla en muchas de nuestras líneas de actuación incluso podríamos plantear una economía circular del agua, especialmente importante hoy para nuestro país que está afrontando una sequía grave en su territorio, incluso en zonas habitualmente húmedas del norte del país. Ahí hemos de aplicar los principios de la economía circular de cara al buen uso y aprovechamiento del agua.
También tenemos que incidir en la gestión de residuos. Hay un objetivo claro y marcado por la normativa para 2020 que marca en el 50% el porcentaje de aprovechamiento de los residuos. En un objetivo difícil de conseguir salvo que nos esforcemos en comunicar a nuestros vecinos la importancia de este reto, y que contemos con el refuerzo y el apoyo de las demás Administraciones. Insisto, es difícil, pero hemos de hacer lo posible por alcanzarlo.
Y por ámbitos de trabajo, ¿cuáles son los retos pendientes?
En residuos, el objetivo ya mencionado para 2020 va a obligar a los Ayuntamientos a implantar el quinto contenedor, el de la materia orgánica, algo que ya se está haciendo y que habrá que reforzar lo máximo posible porque resulta vital para llegar a ese 50%. Y no hay que olvidar que alcanzar estos objetivos lleva aparejado otro reto, el de la financiación. Serán necesarios entre 400 y 2.000 millones en estos años para cumplir los compromisos y asumir los retos en residuos.
En cuanto al agua, la sequía que vive nuestro país nos hace ser conscientes de que el agua es un recurso finito, escaso, del que hay que hacer un buen uso. Es fundamental impulsar campañas sobre el uso eficiente y respetuoso de este bien que nos da la naturaleza y que hemos de gestionar de la mejor manera posible guardando la mayor cantidad posible cuando llueva para disponer de ella en épocas de escasez como la actual. Estos episodios nos deben alertar sobre la importancia de hacer una política responsable con el agua, plantearnos desde el municipalismo diferentes protocolos sobre su uso y gestión, y campañas de sensibilización continua y permanente con la sociedad.
En materia de ruido, en esta etapa es la faceta que está siendo menos tratada, aunque, también aquí, hemos de seguir avanzando en las campañas de sensibilización para favorecer la convivencia y buscar el equilibrio entre las diversas actividades que pueden resultar molestas.
Finalmente, sobre la calidad del aire, estamos trabajando mucho desde cursos y seminarios. Colaboramos con Sedigas en jornadas informativas para gestores y técnicos municipales a la hora de intentar que nuestras políticas locales prevean la incorporación de vehículos eléctricos o calderas con combustibles menos contaminantes en nuestras ciudades. Ante el cambio climático es fundamental llevar adelante políticas que promuevan infraestructuras, transportes y servicios sostenibles. Desde la FEMP y la Comisión de Medio Ambiente procuramos sensibilizar y dar ejemplo con los cursos, ser los transmisores al resto de municipios y población de la importancia de conservar el medio ambiente y la calidad de nuestro aire, porque es una cuestión que también afecta a nuestra salud.
Si nos movemos en el plano internacional ¿Con qué perspectivas arranca la agenda para 2018?
Sobre todo en la lucha contra el cambio climático y en la mejora de la calidad del aire, dos ámbitos en los que trabajaremos de cara a llegar a los acuerdos de París y a la Agenda de Desarrollo Sostenible. También están en nuestra agenda la implementación de las estrategias locales de economía circular y la necesaria coordinación con el Pacto de Alcaldes. Esos son los ejes básicos de actuación, todos ellos derivados de compromisos internacionales, que seguiremos potenciando desde la Comisión de Medio Ambiente en este próximo año.